Daniel y Kristi tienen que ir a buscar a un amigo al aeropuerto, pero deben dejar a su hijo Tobías al cuidado de alguien. Tras despedir a Martina, la empleada y ama de llaves, por descubrirla intentando hacer brujerías supuestamente para “limpiar” la casa de malos espíritus, y no teniendo tíos ni abuelos del bebé en la ciudad, optaron por contratarte como Baby Sitter por segunda vez, en esta oportunidad solo por una hora. En víspera de un parcial de la Facu, le dices que aceptas el trabajo con la condición de que te permitan ir con tus compañeros de curso, que estaban estudiando en tu casa. Daniel acepta y te diriges junto al resto de los estudiantes universitarios a la vecina casa. Al recibirte, Kristi te cuenta que estuvieron sucediendo algunos fenómenos inexplicables en la casa, y que lo mejor es que vigiles al bebé por la cámara de seguridad, ya que estaba cansado y seguramente dormirá toda la hora. Pero ni bien sale la pareja, algo muy extraño sucede, todas las puertas de la casa se cierran y el monitor se apaga. Bastante asustados, todos cuentan los minutos como los presos, esperando que la hora definitivamente transcurra sin otro sobresalto…